Turismo y Restauración crecen sin perder su esencia
Castilla y León tiene todo para convertirse en un destino imprescindible, único, con una gran diversidad de productos y posibilidades
Luis Chico Luque
Presidente de la Asociación de Empresarios de Turismo Rural de Castilla y León
Viernes, 19 de diciembre 2025, 10:07
Castilla y León vive un momento dulce. Tras unos años complicados y difíciles se ha confirmado que nuestra comunidad es uno de los destinos más ... consolidados del país: más visitantes, más gasto turístico y un sector que vuelve a generar empleo y confianza. Pero, más allá de las cifras, hay algo que explica este auge: Castilla y León cuenta con 'Más de 1.000 sensaciones y experiencias para descubrir'.
Quien llega a nuestra tierra lo hace buscando autenticidad, cultura, naturaleza, tradición y por supuesto gastronomía. Mucho de esto lo encuentra en sus pueblos de piedra o adobe, en sus catedrales e iglesias imponentes, en sus bosques o campos silenciosos, en una gastronomía que respira tradición e innovación… todo un abanico de posibilidades. Nuestra región lidera el turismo rural en España y se ha convertido en referencia del enoturismo gracias a sus rutas del vino, cada vez más reconocidas dentro y fuera del país.
Nuestra gastronomía vive hoy un momento destacado al combinar tradición, innovación y creatividad pero siempre manteniendo la esencia de lo nuestro. Sus cocineros de prestigio y productos de calidad (como el lechazo asado, el cochinillo, la morcilla, los quesos artesanos, jamones o los dulces tradicionales, entre otros muchos) siguen siendo un pilar esencial y un referente internacional.
Además, cada vez más cocineros jóvenes reinterpretan estos sabores con técnicas modernas. Por otro lado, cabe destaca también la importante apuesta por ingredientes o productos de cercanía, de kilómetro cero, así como la recuperación de recetas antiguas, como los guisos de legumbres. En conjunto, la región ofrece una cocina de cuchara tradicional y contundente que refleja su tierra, reforzando su identidad culinaria en la actualidad.
Pero el camino no está libre de obstáculos. La estacionalidad sigue siendo un problema para todos: veranos llenos, inviernos demasiado tranquilos. Y la desigualdad entre territorios deja a muchas comarcas con un potencial turístico enorme, pero aún por explotar. A esto se suman amenazas como los incendios y los efectos del cambio climático, que golpean especialmente a las zonas rurales. Hay que seguir apostando por lo nuestro, creer en lo que tenemos, trabajando con ingenio, creatividad y mucho entusiasmo.
La buena noticia es que somos tierra de luchadores, emprendedores… y Castilla y León tiene una oportunidad única pues cada vez más el mundo busca lo que aquí abunda: naturaleza, calma, cultura y experiencias auténticas. La base está en nuestras manos, y ahora con los fondos europeos permitirán modernizar el sector, impulsar la digitalización, combatir la desestacionalización y apostar por un turismo más sostenible y con amplias miras.
Para aprovechar este momento, nuestra comunidad necesita una estrategia conjunta: unir provincias, reforzar la promoción, mejorar la conectividad y apoyar a las pequeñas empresas turísticas y hosteleras que sostienen el día a día del sector.
No se trata solo de atraer más viajeros, sino de atraerlos mejor, nuestro objetivo prioritario es calidad y no cantidad. Una labor ardua y complicada.
Castilla y León tiene todo para convertirse en un destino imprescindible, único, con una gran diversidad de productos y posibilidades. Solo necesita creer en su propia fuerza, creer en lo que tiene que es mucho y cuidar lo que la ha hecho especial: un turismo que se vive despacio, que disfruta en la mesa, en sus vinos, en las actividades cercanas, en sus pueblos, en sus plazas y calles, en sus fiestas y tradiciones, en sus recreaciones históricas, en la naturaleza, en su increíble patrimonio, en la hospitalidad, en sus alojamientos rurales… y que cada vez que uno se marcha, se recuerda siempre y se lleva en el corazón.
Hay que seguir luchando por hacer que el turista venga y coma, beba, compre y descanse, lo cuente y por supuesto, repita. Nosotros les estaremos esperando siempre con los brazos abiertos.
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