Tenemos que poner en valor las fortalezas de Castilla y León

En Europa aporta 384 billones de euros en impuestos, 107 billones de superávit comercial y destina 73 billones a I+D+i, equivalente al 33% de toda la inversión en innovación. Pero desde el año previo a la pandemia se ha perdido prácticamente la mitad de la cuota del mercado.

En España, la situación también es delicada: en el primer semestre de 2025 la producción cayó un 38,6%, relegando a la segunda posición en la contribución a la balanza comercial del país, por detrás de la industria alimentaria.

En este sentido, merece reconocimiento el compromiso de la Cámara de Comercio e Industria de Valladolid al realizar una misión instucional a Bruselas para trasladar a los eurodiputados la necesidad de actuar con mayor firmeza para fortalecer los vínculos con los organismos a los que les corresponde legislar en este marco de transformación tan importante, sin renunciar a los objevos de la Agenda Verde Europea y la estrategia 'Fit for 55'.

A esta misión –a la cual tuve el privilegio de asistir– acompañamos cuatro representantes del sector pertenecientes a la propia Cámara: RENAULT, MICHELIN, INDUSTRIAS MAXI y LINGOTES ESPECIALES.

Les trasladamos nuestras prioridades que pasan por denunciar los excesivos precios de la energía para reducirlos y poder comper con otros países europeos; abordar el absensmo laboral que supera el 16% y resulta insostenible; combatir la escasez de profesionales cualificados que limita la competitividad; revisar la regulación prevista para 2035 y flexibilizar los plazos marcados; reducir la excesiva regulación que dificulta la agilidad productiva frente a competidores de Asia o América; proteger a los proveedores europeos garantizando que, para fabricar un vehículo en Europa, el 70% de sus componentes proceda del mercado europeo y controlando la entrada de piezas de países vecinos de fuera de la UE.

En definiva, evaluar las emisiones teniendo en cuenta todo el ciclo de vida del vehículo –'de la cuna a la tumba', como diría Quevedo– y no solo las del tubo de escape, diferenciando entre vehículos según su uso y considerando los costes de fabricación y de reciclado.

Por otra parte, quisiera destacar los III Premios otorgados por el Clúster de Automoción de Castilla y León, el más importante de España, que reconocieron la excelencia, tanto de las personas como de los proyectos presentados para la mejora del sector y contaron con la presencia de autoridades como el presidente de la Junta y el alcalde de Valladolid, así como representantes de ANFAC, SERNAUTO, ASEPA y otros organismos a nivel nacional.

Entre todas las candidaturas, por citar a los primeros de cada grupo, destacaron los premios a GMV en Movilidad, RENAULT GROUP en Transformación Digital y LINGOTES ESPECIALES en Sostenibilidad.

Durante el brillante acto se manifestó que la UE debería apostar por automóviles más pequeños y económicos para facilitar el acceso de los jóvenes al mercado. Otra propuesta fue la de la fabricar vehículos híbridos enchufables, combinados con un motor eléctrico con una autonomía de 150 km en modo batería y otro de combustión destinado exclusivamente a recargarla, permiendo así alcanzar 1.000 km adicionales.

Pero tenemos por delante una tarea ardua para la defensa y revitalización de este sector, sobre todo en la Unión Europea, porque estamos perdiendo el tren con respecto a China, que nos aventaja en diez años en tecnología, y frente a EE UU, con una década de adelanto en movilidad autónoma.

Para ello, en Castilla y León tenemos que poner en valor las fortalezas de nuestra región como líder en automoción y también como un territorio atractivo para invertir porque, aunque solo somos en España el 5% del PIB y de la población, en automoción somos el 20%, así como el 56% de sus exportaciones, aportando el 36% los OEM (Fabricantes de Equipos Originales) y un 20% los componentes.

Además, no tenemos el 5% del territorio, sino el 20%, siendo la región más amplia de la Península, con millones de metros cuadrados de suelo industrial disponible y somos disntiguidos por la calidad de nuestra enseñanza (informe PISA), por el índice de calidad de vida (de los más longevos) y por el índice Doing Business, en el que Castilla y León ocuparía la 28º posición si fuese un país entre los mejores países con facilidades para instalar un negocio.